Entrevista a Yu Yong Nian
Karim Nimri
E ntrevistamos a este discípulo de Wang Xiang Zhai, que ha recibido el reconocimiento internacional por su aportación a la ciencia del zhan zhuang, que incorporó como terapia para la rehabilitación y prevención de enfermedades crónicas en numerosas clínicas y sanatorios de China. En ella desgrana su vida y sus procesos investigadores de esta técnica tan sencilla como efectiva.Yu Yong Nian es doctor en medicina occidental y estudioso de la cultura taoísta. Fue discípulo de Wang Xiang Zhai, un revolucionario de las artes marciales del siglo XX y creador de un método de entrenamiento que sacudió primero el escenario marcial de la China de mediados de siglo y después el mundo terapéutico. Si bien el resto de los discípulos de Wang Xiang Zhai destacó por sus proezas marciales, este hombre de la talla de un oso panda ha recibido el reconocimiento internacional por su aportación a la ciencia del zhan zhuang, que incorporó como terapia para la rehabilitación y prevención de enfermedades crónicas en numerosas clínicas y sanatorios de China.
Profesor Yu, ¿por qué empezó a aprender artes marciales? Por lo que he leído, después de terminar sus estudios de medicina su condición física estaba bastante deteriorada. ¿Fue esa la razón por la que comenzó a practicar?
Al principio lo que estudiaba era Taijiquan y Xingyiquan... Hacia 1944 ya había terminado la carrera de medicina y estaba trabajando en el servicio de odontología del hospital. Es verdad que no tenía muy buena salud, en invierno me resfriaba mucho, y en primavera no mejoraba, por una u otra razón siempre tenía algo.
¿Y por qué Taiji o artes marciales internas?
En China, en el entorno médico, existe la idea de que la gente que se entrena muy duramente y que desarrolla mucho su físico, sus músculos, seguramente hará sufrir a su sistema circulatorio. Su corazón y su circulación sanguínea se verán afectados por este exceso, con el consecuente acortamiento de su vida. Sin embargo, cuando alguien practica asiduamente ejercicios suaves y lentos, su sistema circulatorio se fortalece y su vida se alarga, por eso la gente que practica Taiji suele vivir más. Si piensas en el mundo animal, el tigre o el león tienen una fuerza espectacular, pero su vida es relativamente corta. Sin embargo el elefante, o la tortuga, animales de movimientos lentos, viven más de cien años.
Y si comparamos el reino animal y el vegetal…¿cuántos años puede vivir un árbol? En los parques de Pekín puedes encontrar muchos árboles milenarios, cipreses gigantes de más de mil años. En Australia existen secuoyas de más de 10.000 años. En chino tiene un nombre muy interesante: Shijieye, es decir, “abuelo del mundo”. Volviendo al tema de los deportes, la mayoría de la gente no lo entiende, creen que cuanto más te muevas mejor, que cuanta más velocidad alcances, mejor. Como correr maratones y esas cosas. Sin embargo en China, desde la antigüedad hasta nuestros días, lo que nos planteábamos era si el mejor ejercicio es moverse o permanecer inmóvil, algo sobre lo que todavía se discute actualmente, el conflicto entre movimiento y quietud. Al principio yo tampoco entendía esto pero más adelante encontré la solución en el Dao De Jing, que resuelve este dilema apostando por la quietud... ¿sabes a qué me refiero?
Creo que si. ¿Bao yi tu bu kai (abrazar el uno, sin cambiar)?
Casi. Bao yi wu li (abrazar el uno sin abandonar o sin marcharse). Abrazar el uno es fácil, todos podemos hacerlo. Pero perseverar, mantenerse cuarenta minutos, una hora, eso es más difícil. Aunque cuanto más tiempo practicamos, más cambios internos se inducen y mayor es la trasformación. Esto no quiere decir que la quietud sea el único camino. El entrenamiento en movimiento, o sea, el Taiji, también tiene grandes beneficios para la salud.
¿Entonces el Taiji busca a través del movimiento lo mismo que el zhan zhuang a través de la quietud?
Lo que busca en última instancia cualquier práctica de gongfu es la fuerza jin o el Wu. Todas buscan lo mismo. Lo que tienes que valorar es qué método te acerca más a este objetivo, tienes que valorar cómo vas a progresar más, si a través del movimiento o de la quietud. A mi manera de ver, lo que más te va a acercar a experimentar la fuerza jin es la práctica inmóvil, pero como decíamos, este es un conflicto que viene desde la antigüedad. Para la mayoría de la gente ejercicio implica movimiento. Sin embargo ejercitar el interior en la inmovilidad externa es una práctica que produce unos resultados sorprendentes, aunque a muchos les cueste creerlo.
Ahora bien, es necesario practicar largo tiempo. Además, si nadie te explica qué es lo que debes buscar y de qué forma, entonces es muy difícil perseverar. Tienes que confiar mucho en tu profesor para poder superar todas esas barreras.
Además, cuando leemos textos antiguos sobre gongfu la información suele ser muy vaga y bastante difícil de entender, y aún más para los occidentales. Quizá esto deja demasiado margen para la especulación...
Es difícil encontrar una base teórica precisa, útil, explicada en parámetros científicos comprobables. La teoría del gongfu que hemos heredado de nuestros ancestros refleja la realidad de aquella época, y además la información estaba codificada y era demasiado abstracta, por lo que no era fácil de comprender si no tenías a alguien que te la explicase. Sólo mediante la experiencia y el entrenamiento personal era muy difícil llegar lejos.
Pero hoy en día recogemos el conocimiento antiguo y lo combinamos con los medios de comprobación que nos ofrece la ciencia moderna, y eso da como resultado un sistema verificable y mucho menos abstracto. Ahora podemos entender los conceptos antiguos con una nueva luz. Hoy en día no podemos presentar un sistema de entrenamiento basado solamente en palabras bonitas del pasado.
Tenemos que aspirar a más y además tenemos los medios necesarios. Por ejemplo, hablamos de “encontrar la quietud en el movimiento del Taijiquan y el movimiento en la quietud del Qigong”... ¿Como mides ese movimiento en la quietud? ¿Cómo lo compruebas?
No sé, ¿es que existe una forma de medir el movimiento en la quietud?
Si que la hay, pero hasta ahora no se sabía medir. En realidad basta con medir tus pulsaciones para ver que practicando una postura estática, sin movernos, el pulso puede subir hasta 150 pulsaciones. Este un ejemplo de lo que estamos hablando.
¿Quiere decir que a través del pulso determinamos el grado de movimiento interno?
Si, evidentemente no es un movimiento externo, es interno. Si te mueves muy, muy lentamente es posible que no se alteren tus pulsaciones, y sin embargo sin movernos podemos pasar de las 150 pulsaciones.
Con un pulso tan acelerado debería haber cierta dificultad respiratoria, la respiración no sería normal...
¿Ves? Eso es lo bueno. En cualquier deporte, con un ritmo cardíaco superior a 100 pulsaciones empiezas a jadear. Pero al practicar zhan zhuang, con un ritmo más rápido no jadeamos. Hay actividades físicas que nos hacen perder oxígeno en sangre, y otras en las que no se pierde oxígeno, sino que se acumula. Por eso cuando practicamos zhan zhuang más de veinte minutos, aunque empezamos a sudar abundantemente nuestra mente cada vez esta más clara y la respiración no se acelera.
Nota: Este articulo se publicó originalmente en la revista "Tai Chi Chuan, Artes y Estilos Internos", más información en www.taichichuan.com.es
Para mas informacion contacta +34 677 314 910 o artesmarcialespenedes@gmail.com.
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